TEXTO proporcionado por Ps. ANALIA ORTEGA
Presentado en el marco de lo que fueran las Interhospitalarias
en tiempos de la ASOCIACION DE PSICOLOGOS DE ROSARIO PERSONERIA
JURIDICA DECRETO PROVINCIAL Nº 04340/1967 / ROSARIO / REPUBLICA
ARGENTINA
Luego de años en los que se ha efectuado un constante ataque a
la salud de la población y se han ido desmantelando
paulatinamente los hospitales, los psicólogos, hemos permanecido
sosteniendo con nuestro trabajo, el sentido comunitario de la
población. A pesar de las adversas circunstancias, continuamos
avanzando, hemos crecido gremial y científicamente. El trabajo
de los colegas en los hospitales, da muestra de ello. Pero esto
no ha sido ni es fácil. El grado de salud de una población,
quizá sea el índice más elocuente del bienestar de una comunidad
y hoy lamentablemente, debemos hablar de un país con la grave
secuela de una gran crisis. Muchas veces se pensó que no existía
un plan de salud, más bien podría decirse que ese era el plan,
la ausencia, la inexistencia de un criterio coherente y
nacional, daba lugar a la anarquía del lucro y del
mercantilismo. Por ello se hace imprescindible, como eje de una
política sanitaria, la recuperación de la Salud Pública
rejerarquizando el rol del Hospital Público, como el centro de
alta especialización que garantizará una atención igualitaria y
gratuita.
La inserción del Psicólogo en la institución sanitaria,
hospitales, dispensarios y postas sanitarias, desde siempre ha
sido conflictiva. La lucha desde lo gremial y lo científico
apunta a jerarquizar nuestra tarea, que debe insertarse en un
plan general de salud, fundado en una política sanitaria que
responde a las necesidades de la población. Los obstáculos con
los que nos encontramos son muchos. El Psicólogo acá? para qué?
pregunta que aparece especialmente en los hospitales generales,
donde se supone que el Psicólogo en sala nada tiene que hacer.
Nuestro objetivo es dar respuesta, a esto, demostrando la
necesidad de nuestra práctica.
También hay instituciones donde a través de Servicios de
Psicología más organizados, gracias al esfuerzo sostenido de
colegas, el reconocimiento es mayor, las interconsultas tanto
como el pedido de psicoterapia o psicodiagnóstico son una
constante. En cada institución la demanda de asistencia de la
población es elevadísima. Nuestra propuesta es intentar
cubrirla, en la medida de nuestras posibilidades, instrumentando
una política coherente y fomentando la formación científica de
los profesionales.
Antes hablaba de obstáculos. Retomando esto, desde hace varios
años, quizás desde siempre, aproximadamente el 80% de los
psicólogos que sostienen los servicios de psicología, no son
rentados, en su mayoría carecen de nombramientos Ad-Honorem o
certificación que avale su tarea. Esto da cuenta de un serio
déficit en el reconocimiento de nuestra función.
En muchos lugares no contamos con una infraestructura necesaria;
debiendo brindarse atención en uno o dos consultorios, que en
general, son compartidos con otros profesionales.
La necesidad de los Psicólogos de Hospitales de salir del
aislamiento, intercambiar experiencias, consolidar y defender el
espacio gremial, dio lugar al surgimiento de la Comisión
Interhospitalaria de la Asociación de Psicólogos de Rosario,
sostenida por las propuestas de trabajo, de los distintos
servicios de psicología, de Hospitales, Psicólogos de
dispensarios y postas sanitarias, que participan en ella. Su fin
es llevar adelante las reivindicaciones científico-gremiales que
hacen a la práctica de los Psicólogos en dichas instituciones,
buscando el intercambio teórico-práctico, que nos permita
avanzar en la consolidación y mayor desarrollo de nuestro
trabajo específico. Los objetivos de esta Comisión de la
Asociación de Psicólogos comprende tres aspectos principales: el
aspecto laboral, el científico y el comunitario.
En relación al aspecto laboral las propuestas son: fortalecer y
reglamentar los servicios de Psicología ya existentes; realizar
relevamientos de las distintas instituciones y las condiciones
de trabajo, reflejando la necesidad de la población; cubrir
todos los espacios donde no existan Psicólogos y donde sí existe
demanda; propender a la creación de servicios en aquellas
instituciones donde aún no funcionan; lograr la renta de todos
los colegas que trabajan en este marco, partiendo del
reconocimiento de las tareas que desarrollan y del principio de
que todo trabajador, debe lograr remuneración por su trabajo;
este punto es fundamental. No es fácil resolverlo
inmediatamente. En este momento de transición, se está
instrumentando la legalización, a través del nombramiento Ad-Honorem,
de todos los Psicólogos que están en ésta área de la Salud, como
necesidad del reconocimiento de su trayectoria que da cuenta de
un espacio ya ganado. Es importante remarcar que esto es
momentáneo, ya que, lo esencial, como dije antes, es el logro de
rentas para todos los psicólogos. Sostenemos el carácter
imprescindible de la puesta en marcha de concursos que
democraticen la adjudicación de cargos; también nuestro objetivo
es conseguir espacio físico adecuado para nuestra tarea; obtener
el reconocimiento oficial de los Servicios de Psicología, tanto
en el área Nacional, Provincial y Municipal. Con respecto a esta
última, avalamos la creación del cargo de Director de Psicología
de la Municipalidad, ocupado por un colega, en tanto espacio de
reconocimiento y afirmación de nuestra profesión; reglamentar el
ingreso de profesionales que aspiren a trabajar en instituciones
sanitarias, estableciendo criterios uniformes y justos de
admisión; sostener la autonomía laboral y científica;
propendiendo al trabajo en equipo, siendo necesario para esto,
que no se desconozca nuestra autonomía profesional.
En lo que refiere a lo científico, año tras año, se realizan los
seminarios Interhospitalarios, donde los servicios presentan
trabajos de conceptualización de su tarea y de intercambio
teórico-práctico. Impulsamos la organización interna de
Docencia, tanto seminarios, grupos de trabajo, supervisiones.
Consideramos fundamental la solidez de la formación del
Psicólogo, lo que permite sostener su lugar, jerarquizarlo y
lograr una mejor y más completa atención a la comunidad,
objetivo básico de nuestra tarea.
Nuestra organización en las Instituciones, desde lo gremial y lo
científico, apunta a que dejen de ser los hospitales, lugares de
paso de profesionales, que luego de intentar una práctica,
abandonan el hospital. Desde hace muchos años, no contamos con
la posibilidad de un sistema idóneo de formación. Tuvimos que
hacer grandes esfuerzos para lograr espacios de trabajo y
discusión referidos a lo específicamente asistencial y su
entrecruzamiento con lo institucional.
En los fundamentos de la Comisión Interhospitalaria, se
encuentra planteada desde hace varios años, la necesidad de la
existencia de residencia hospitalaria de Psicólogos. Este
proyecto científico-gremial, sostenido por dicha comisión y
viabilizado a través del espacio brindado por la universidad,
fue no sólo organizativo sino de lucha acerca de la concepción
de Salud.
Siendo hoy el día en que se concreta la puesta en marcha del
Plan Piloto de Residencia de Psicólogos de Post-grado, la
Asociación de Psicólogos de Rosario hace expreso su apoyo a tan
importante proyecto, surgido de la articulación del gremio y la
Universidad.
Es la primera vez que se lleva adelante un plan de estudio y un
pasaje organizado del Psicólogo en la institución sanitaria, un
gran paso adelante en lo que refiere al rescate de nuestro
trabajo y a la posibilidad de llegar a la comunidad a través de
un marco de solidez científica, articulado con la necesidad de
organización en lo gremial.
Desde la Asociación de Psicólogos definimos lo gremial como el
entrecruzamiento de cuatro eslabones; lo reivindicativo laboral,
lo científico, lo comunitario y lo ético. En este sentido las
residencias vienen a plasmar estos cuatro aspectos; uno
reivindicativo laboral, en tanto abre en el hospital un lugar
más de trabajo para el psicólogo, atiende a las necesidades
científicas y de docencia, se revertirá en un servicio a la
comunidad, impartirá interrogantes y planteará un control ético
en el que debemos trabajar todos; permiten entonces trabajar,
estudiar, devolverle a la comunidad y un necesario enmarque
ético.
Reitero entonces el total apoyo de la Asociación de Psicólogos
en relación a este proyecto, y el compromiso de sostenerlo con
nuestro trabajo.
Analía B. Ortega
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