HAY LOCURAS
I
Lic. Andrea Martínez Dorr
(*)
El jueves 27 de abril, la Redacción de EL CAMPO PSi abrió sus
puertas para recibir a diferentes grupos e instituciones que
presentaron trabajos producidos en espacios que tienen lugar en
Hospitales Psiquiátricos en el marco de Programas de
Desmanicomialización. Esta actividad en la que participaron
personas internadas en diversas instituciones, profesionales,
artistas, estudiantes universitarios y público en general, fue
desarrollada en el marco de los 10 años de Ediciones de EL CAMPO
PSi, con el fin de contribuir a la reflexión sobre las lógicas
manicomiales y cuestionar al encierro como método terapéutico.
En el transcurso del día, se suscitaron encuentros, diálogos,
intercambios de experiencias y objetos que tuvieron lugar en los
espacios donde se mostraron las distintas producciones. Uno de
estos espacios consistió en la muestra de los dispositivos
pertenecientes a la Colonia de Oliveros: Productos y objetos
para el intercambio (POPI), El Almacén y el Taller de Plástica.
Poco a poco, los rincones y estanterías de la redacción se
poblaron de cuadros, remeras pintadas, carteras bordadas,
jabones y hasta miel, construidos o elaborados por los pacientes
en esos espacios en el marco del programa de
desmanicomialización que se viene llevando adelante en la
Colonia de Oliveros.
Más tarde, los sonidos comenzaron a habitar EL CAMPO PSi con la
transmisión en vivo del programa radial “Tardes Nuestras: un
programa que no tiene razón, pero la hace”, conducido y
producido por pacientes del Hospital Agudo Ávila, que se emite
los Jueves de 15 a 17 por FM Aire Libre, Radio Comunitaria en el
91.3 del dial. Durante la emisión del programa los conductores
propusieron pensar frases relacionadas con la
desmanicomialización y así fueron surgiendo expresiones que
borraron la división adentro-afuera con su anonimato: “hay
locuras que no se encuentran solamente en un psiquiátrico”, “la
locura no daña, lo que daña es el prejuicio sobre la locura” o
“abrir puertas tiene que ver no sólo con salir sino con algo más
intenso, poder vivir”. Betty, una de las conductoras del
programa reflexionó al finalizar el programa sobre la
experiencia de la radio en vivo y la consigna sobre
desmanicomialización: “A mi me encanta que participen como han
participado hoy todas las personas y que nos acerquen una frase
o una palabra (…) La locura no es delito, no hay porque hacer a
un lado, el estigma que nosotros queremos borrar es el de locos,
somos personas que nos estamos restituyendo a la sociedad y nos
hace mal que nos miren raro o feo”
Desde Paraná, Entre Ríos, los profesionales a cargo del área de
Terapia Ocupacional del Hospital Psiquiátrico Rosballos,
compartieron un video sobre la experiencia “Plazoleta Verde
Limón”, un espacio grupal de clínica comunitaria 35con diversas
actividades en las que participaron alrededor de 70 pacientes
internados y externados, profesionales y la comunidad en general
para la construcción de este espacio recreativo que ya tiene más
de un año en el Hospital. Además, los integrantes del Área de
Comunicación del Hospital presentaron distintas producciones,
como pequeños símbolos de un proceso de desmanicomialización.
Entre ellos, el Boletín Interno “Sin Chaleco”, donde mes a mes
participan los pacientes a través de construcciones literarias y
la revista Atre(verse) donde los profesionales de la institución
intentan pensar qué entienden por salud mental y cómo es
abordada a partir de diversos escritos.
A lo largo del día, quienes participaron de esta actividad
fueron descubriendo las intervenciones de la muestra
Indignaciones II, fotografías y lecturas sobre lo que nos
indigna en relación a la locura, a cargo de un grupo de
estudiantes coordinado por la Psicóloga Carolina Galán. En los
rincones de esta muestra se trabajó sobre la locura en el
sentido común, la relación entre locura y cultura, las locuras
urbanas, las locuras consensuadas y la etimología de la palabra
locura. También se presentó una serie fotográfica con la
consigna “poné cara de loco”: cuando lo corporal dice, y otras
intervenciones donde se trabajaron los ejes locura e
instituciones y los efectos iatrogénicos del encierro.
Este encuentro culminó con un intercambio de estas diferentes
experiencias por parte de los profesionales, estudiantes y
personas internadas que participaron de la jornada, donde se
resaltó como una cuestión común la posibilidad de que desde los
distintos talleres vinculados a la cultura, el arte y el trabajo
se puedan producir reposicionamientos subjetivos como
productores de salud: “abrir puertas tiene que ver no sólo con
salir sino con algo más intenso, poder vivir” escribió en las
paredes de la revista alguien que pasó por Hay locuras, primera
parte.
(*) Lic. en Comunicación Social.
Realiza tareas de Comunicación, Prensa y Difusión en EL CAMPO
PSi
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